domingo, 22 de febrero de 2009

Sabías que ¿Los juegos de azar pueden convetirse en una adicción?



Ya no son los inocentes juegos de la calle que ocupaban la vida social de la Medellín colonial del siglo XVII: Riñas de gallos, carreras de caballos, cartas, dominó y parqués. Ahora los juegos de azar se multiplican en forma de casinos, maquinitas tragamonedas y ciber – juegos.

La socialización que una vez los motivó hoy en día da lugar a un problema de salud pública que desde 1980 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido en su Manual de clasificación internacional de enfermedades mentales. Este trastorno recibe el nombre de ludopatía.

¿Qué es la ludopatía?

Es un trastorno del comportamiento que consiste en un deseo compulsivo de participar en los juegos de azar. El afectado los utiliza como un medio para escapar de los conflictos y para satisfacer necesidades.


¿Cuál es la población más vulnerable?

Los adolescentes porque son inmaduros emocionalmente, están expuestos a grandes presiones sociales y son el público objetivo del lucrativo negocio de los juegos de azar. Estudios indican que el 90 % de los ludópatas comienzan su adicción durante la adolescencia.


¿Qué pasa con el póker en las universidades?

Una encuesta realizada
a 40 jugadores asiduos de póquer en tres planteles de la ciudad (UPB, Eafit y Universidad de Antioquia) revela que éste es el juego que más acogida tiene dentro de las universidades. La presión social ejercida por amigos y medios de comunicación, así como el tiempo invertido en el juego y el dinero, son factores predominantes que detonan la adicción.

¿Cuáles son las medidas de prevención en los planteles?

A pesar de estas alarmantes cifras que evidencian rasgos tendientes a desarrollar patologías, las universidades no especifican dentro de su reglamentación el control de los juegos de azar, tampoco han creado programas de prevención o tratamiento de la ludopatía.

¡Recuerda! Los juegos de azar pueden ser una buena opción lúdica para pasar el tiempo, pero si no se cuenta con las herramientas adecuadas para su control, es probable que se convierta en el trampolín de la diversión a la adicción.

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