jueves, 24 de septiembre de 2009

DEMOCRATIZACIÓN ARTÍSTICA Por Paula Cárdenas R.


Es un hecho sin precedentes en la historia del teatro en Medellín, una innovadora estrategia de proyección artística se ha estado implementando, desde hace 5 años, dentro de uno de los grupos más representativos y estables del movimiento teatral antioqueño: La Asociación Pequeño Teatro, cuya labor de creación, investigación y docencia ha contribuido ampliamente al desarrollo de la dramaturgia nacional.

Gracias a este novedoso método de financiación “Entrada libre con aporte voluntario”, la agrupación ha permitido que personas ajenas al teatro, gente que por diferentes circunstancias (entre ellas la escasez de recursos) jamás ha visto una obra en vivo, tenga todas las noches de martes a sábado un espacio propicio para disfrutar de una surtida muestra de música y arte. “Me gusta el programa de aporte voluntario porque a veces es maluco o difícil reunir la plata para conseguir una boleta en otros teatros” afirma Susana Castro, estudiante de décimo grado del Liceo Javiera Londoño.

Una decisión tomada luego de años de presentaciones en salas vacías a 2 o 3 espectadores en su sede, una restaurada casa republicana ubicada en pleno Centro de Medellín. Desde su fundación el 12 de febrero de 1975 y declarada patrimonio cultural de la Ciudad, esta entidad sin ánimo de lucro ha logrado masificar un poco más el teatro entre los ciudadanos, pues desde diciembre de 2003 (momento en que comienza a regir la nueva modalidad de financiación), han ingresado aproximadamente 359.620 espectadores a 1.256 funciones de 60 espectáculos diferentes. Estos datos proporcionados por la misma Asociación calculan que de 20 personas se pasa a una cifra de 200 por evento, y entre el 70 - 80% de ellas jamás en su vida había entrado a ver una obra de teatro.

Andrés Moure, actor, director artístico y profesor de la Escuela de Formación de actores del Pequeño Teatro, explica el por qué de la iniciativa: “Nosotros veníamos haciendo temporadas como las hace cualquier grupo de Medellín, es decir, cobrando la boleta a la entrada, pero nuestra sociedad es una sociedad muy joven que todavía no ve en el arte y en la cultura un espacio de recreación… Primero había que enseñarle a la gente que el teatro es un buen espacio, entonces decidimos hacer la entrada libre, pero también sabíamos que no podía ser gratis por obvias razones, los actores del Pequeño teatro somos profesionales que tenemos que vivir de nuestro trabajo”

Y es que el acceso al arte en un Ciudad se dificulta considerablemente a una gran porción de la población, si tenemos en cuenta que el nivel de ingresos promedio de los estratos 1 y 2 se encuentra por debajo de los 400 mil pesos según la Corporación Región. Existe una forma discriminatoria a nivel cultural, pues teatros tradicionales como el Pablo Tobón Uribe, Metropolitano y de la Universidad de Medellín manejan unos precios que oscilan entre $20.000 y $100.000, boletería difícilmente accesible para una familia de escasos recursos.

Considero que le teatro debe convertirse en un acontecimiento social y polo de desarrollo urbano. Es responsabilidad de la Alcaldía de Medellín promover el acercamiento a las artes representativas mediante una labor educativa de formación en competencias ciudadanas.

Hasta ahora el balance es positivo, el aporte voluntario ha aumentado paulatinamente y gracias a la democratización del teatro el número de espectadores también se ha incrementado. Es un proyecto a largo plazo, pues la necesidad del arte no se crea, se construye.